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4 octubre, 2018 a las 10:28 pm #22137
Te levantás tarde. Mirás los bowls en tu mesita de luz con aureolas de leche y restos de cereales pegoteados en los bordes. Ves todo desde una posición horizontal. Las sábanas te enroscan las piernas.
Es domingo, otra vez. Te acordás? Todo lo que dijiste el viernes que ibas a hacer? Bueno. No hay frutas. No hay café.
Angustia.
Somos adictos. Algunos a la merca, otros a la pija o algunos nos comemos 5 alfajores al hilo. Ese momento en que corrés al kiosko y decís “Hola, sí. ¿Tenés el “negro y blanco” ? Triple. El blanco. ¿Tres puede ser? Con esa adrenalina estás resolviendo tus problemas. Sí, andá, metete en ese kiosko, dale, gastate $200 mangos en chocolates, te vas a sentir mejor. Llenate el buche. Después te fumás 5 puchos y listo. Los mentolás y ni se siente. Como después de cojer. La respiración entre cortada. La mente calladita y la garganta llena por los efectos del chocolate. Estás regio. Una noche de otoño. Hay viento pero estás abrigado. Mirás para arriba, deglutís los alfajores y el mundo vuelve a ser tuyo.
Angustia generacional. La imposibilidad de resistir casi ningún tipo de frustración. Los que somos modelo 80–90 sabemos bien de esto. Ser el mejor. El único. El distinguido. Sí yo pude, vos también vas a poder. Pero Martina, tu viejo es tipo el dueño de toda la tele como que nunca un casting. Sí yo pude, vos también vas a poder.¿Sabés por que? ¿Por qué Martina? Porque la historia la escriben los que ganan.
Un ñiño palestino es acribillado en la frontera de Gaza. Una boliviana te cobra una manzana $25 pesos y te vas puteando. Ojalá se mueran todos. El Subte aumenta de precio y entre el trabajo y la facultad no hay tiempo para nada propio. Tranquilos. Una pastillita color rosa mágico y en media hora, ves a tu amigo, bailando re mal, con bruxismo, ves la falta de estimulación temprana en su cuerpo, “Ay, boludo te amo. Osea, nuestra conexión es re fuerte, re única, re como que, entre nos, entendés?”. La vida. Ningún africanito me va a hacer replantear mi felicidad. Ningún obrero industrial despedido me va a afectar. Yo ya tengo problemas. No puedo, entre la facultad, que no pago, y trabajar, todo al mismo tiempo. Haber estudiado y sacarte un 5. Querer vivir del cine, no ser Tarantino y ya tener 27.
Yo sí se lo que es sufrir.
Un chanchito está por salir de su corral. Y su hermana chanchita, espera que él salga primero, para ella poder entrar. No veo lo mismo en los andenes de la B. ¿Por qué será? Si viajamos como ganado. ¿No podemos organizarnos como tal? ¿No somos todos animales acaso? ¿Y el “instinto”? ¿Y el “sentido común” ?
No somos ni un chancho.
Chancho, perro, ser humano. Hombre. Mujer. Negro. Pobre. Prostituta. Travesti.
Vivimos para pagarle a un psicólogo conductista que nos diga “vos tenés que hacer lo que vos querés hacer” . ¿Sabés que? Gracias, Martina.Saludos desde Buenos Aires :)
https://medium.com/@danizrate/domingo-6cff135475ff (aquí el texto publicado en mi blog)
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Daniel Paulo Záratehace 4 años, 5 meses
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