El nido de víboras, cada nueva novela de Andrea Camilleri es un dulce regalo. El decano (probablemente) de los escritores italianos de novelas policíacas sabe cómo construir una trama que cautivará hasta el final, incluso si adivinamos los contornos con mucha anticipación y aunque a menudo comienza a partir de una noticia muy banal, hay más explicación en este enlace.
Su superintendente Montalbano es único, como lo son sus acólitos, la indiscutible Catarella, la defensora de los nombres propios, cuyos nombres propios uno se pregunta cómo pudo unirse a la policía, como Mimi Augello, la seductora asistente, como Fazio el otro asistente, más serio éste, como la eterna prometida genovesa Livia celosa como una tigresa, como el cuestor, como
Anónimohace 2 años, 5 meses
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