Estaba allí, en el reverso de la línea convexa de la letra U. Resistirse era imposible. Podrás engañar a Betty la Tonta y a Betty la Fea... Hay monstruos que defienden causas injustas, por eso se convierten en monstruos; por lidiar en las batallas de otros. Ni siquiera Dios toma parte en nuestras guerras personales porque sería injusto. Pero ellas, sí, son monstruos, son hijas de la injusticia y la ceguera. Como siempre, desde el principio de los tiempos. Y aunque sigas mintiendo con mi firma y mi nombre, aunque sigas firmando con mi propia sangre, jamás pasarás de Octubre con mi boca, no llegarás a Febrero.