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13 enero, 2022 a las 12:20 pm
Buenos días.
No sabía muy bien dónde escribir esta especie de bienvenida (espero que sea el sitio correcto).
Me llamo Javier y llevo leyendo artículos de Zenda hace varios años. Me he propuesto empezar a publicar mis textos este año, he abierto varios perfiles en redes sociales y estoy deseando escribir con regularidad. Es una especie de promoción para que nos sigamos por estos lugares convulsos y extraños. Como he empezado hoy mismo con esto de Instagram y Twitter me gustaría no solo iniciar debates por aquí, por allí también. Os comparto mis perfiles al final de la publicación.
Comparto mi primer texto sobre la depresión. Espero vuestra ayuda, comentarios, sugerencias...
"A la deriva"
Comienza con una búsqueda en Google. Tristeza, pérdida de interés, sentimiento de culpa, irritabilidad, pesimismo ante el futuro. Más síntomas que no deseo enumerar. Todos los enlaces que visito conducen al mismo término. Depresión. El año pasado (y parte de este) mis ojos se empapaban de mar y mi cuerpo descansaba en el horror. Todos los enlaces que visito conducen a los mismos tratamientos: psicofármacos y/o psicoterapia. En la mayoría de los casos alivian parcialmente o en su totalidad los síntomas. El tratamiento podría prolongarse de por vida. Recaídas. Hace unos días volví a escribir. ¿Terapéutico? Hoy, con cierto temblor en los dedos, me atrevo a contarlo.
No lo he hablado con nadie. Miento. Solo lo he hablado con Paula. Aquellos días se llenaban de pensamientos, de temor a la noche, de soñar cuerpos rotos, de hambre, de repulsión, repulsión que explota en la noche, la noche, de asquerosa repulsión. El alcohol llenando los pulmones y los pulmones llenando las heridas. Mirar la luna donde nadie antes la había visto, es difícil entender, no percibir el momento infinito, y después una marea de oscuridad, desesperación volcánica, carne celeste gritando esparcida sobre florecientes montañas antiguas. Recuerdo aquella desesperación. Recuerdo aferrarme al final, a la bestia inhumana que me destroce y me acompañe a la nada. Rezar a lo inmaculado y recibir respuestas que no basten. Recuerdo a Paula y lo hermoso de tener sus párpados como hoguera.
Este instante, este acto de cobardía que es escribir, me sirve para saber que a todos nos pasa el tiempo. Nos pasa preciso y ordenado. Ni siquiera nuestra existencia lo altera.
. . .
Depresión.
El tratamiento podría prolongarse de por vida.
Medium: Javier Sánchez Agudo
Instagram: @jsanchezagudo5
Twitter: @jsanchezagudo5
- Última Respuesta:
helen damhace 3 semanas, 4 días
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