A veces te sueño
tropezando entrambos en las calles
por una casualidad planificada
e imagino tu conversación pausada
contándome tantas cosas
sobre el mundo
la vida
o de ti
como viejos colegas
de las noches de humo
en garitos cerrados
a la vacuidad
recitando poemas
sobre amor y cervezas
con los ojos abiertos
y el calor en las pupilas
y el placentero deleite
de nuestra realidad
como bruja que eres
te vas con la amanecida
no sin antes abrazarme
en la calle desierta
y dejando en mi mejilla un beso
con regusto a tus sábanas revueltas.