En un primer momento, la biblioteca del palacio de los Villena era suficiente para los académicos. Tuvieron que pasar más de cuarenta años para que los miembros de La Española, con el cambio de sede a la Casa del Tesoro, se plantearan la necesidad de buscar nuevos libros, separándolos de la biblioteca del marqués. https://www.zendalibros.com/las-bibliotecas-academicas-y-sus-misterios/