Un aire limpio mueve la hierba,
como si las fuerzas
no pudieran distinguirse
y la vida fuese ese lento movimiento.
Una arritmia continua
desprovista de concepto,
oscura e indiferente.
Un espacio de tiempo vacío,
que fue sentido
y pasa como un misterio;
caudal inagotable
de cosas inaprensibles.