Nadie salvará mi poesía
execrable, repudiada
por la nefanda sociedad.
¿Estética? Cultura sí poseo.
y, sin embargo, buscáis solo
una domesticada poesía,
regida por estéticas
y banales cánones
¡Qué insulto a quienes
desde el corazón escriben,
sin plegarse a una poesía
oprimida por reglas muertas!
El mensaje, la pasión,
el sentimiento que tanto
corroe por mis venas...
¡Esa, y no otra,
es la verdadera poética!