Sonrisas iluminan este silencio tenaz,
luchas de ensueño en caminos oscuros,
senderos forjados que la vida dejó,
la derrota no impide avanzar con honor.
Mi fortaleza, es compañera leal,
arduo dolor no me intimida, ni lastima,
la fe es mi escudo en esta batalla
para vencer a los miedos ocultos.
El triunfo se avecina a pasos gigantes,
la dicha renace en mi rostro bermejo,
lágrimas que un día mancharon mi rostro
que el tiempo borró y dejó en el olvido.
Sonrisas iluminan este silencio tenaz,
luchas de ensueño en caminos oscuros,
senderos forjados que la vida dejó,
la derrota no impide avanzar con honor.Mi fortaleza, es compañera leal,
arduo dolor no me intimida, ni lastima,
la fe es mi escudo en esta batalla
para vencer a los miedos ocultos.El triunfo se avecina a pasos gigantes,
la dicha renace en mi rostro bermejo,
lágrimas que un día mancharon mi rostro
que el tiempo borró y dejó en el olvido.
Alguien dijo que creer en cualquier fe no sirve de nada, pero no que, como mínimo, ya nacemos con una dentro del paquete de la lengua. De menester o generosidad, a saber lo que provoca intimar con ella…