Me recibe el arco de cochería de Cavallari,
el agua estancada de las fuentes
invita a la despersonalización.
La apatía infunde pánico,
entramos todos a destiempo
en una coreografía de baile.
Sobre el terreno irregular
hay señales de actividad,
alguien quiso continuar algo.
Los adictos deambulan rápidamente,
la misma muchacha sentada
en diferentes bancas.
Hay ropa en el jardín,
patinadores sobre el estanque.
Pasamos por encima de la casa destruída,
hay quien cree que esto es un parque
y pasean en otras dimensiones.