Yo misma me pongo a prueba varias veces. ¿Para qué? No lo sé.
Al oler ese aroma, la verdad, es que ya no me da tristeza. Ahora es solo una sensación de familiaridad, como si supiera que solo conozco ese olor. No sé cómo explicarlo.
¿Quién diría que hace mucho tiempo percibí ese olor?
Antes me ponía nerviosa, me hacía que me sudaran las manos y se me aceleraba el corazón.