Violento castigo, enterrando la armonía
Recreándome en aquella libertad perdida al crecer,marcharon todas las estrellas que perseguí entre las verjas de aquella vieja ventana,como mucho jugaremos a tirar piedras a la luna, buscar quien alimentara
Nuestro callejón de los milagros
Arrugando la cara, el tiempo no dejaba de marcar el ritmo, cada noche era un mundo nuevo, una aventura nueva que contar
Sintiéndolo mucho, ya deje de creer en el reflejo de esta persona que enterraba estrellas cada noche,ahora o mañana o quien sabe cuando, migrare lejos del fanatismo, haré café, la mirare y la diré: nena quieres café
Y sonriendo me dirá, sabes que no me gusta
Suspiramos, reímos, un instante , volvió la libertad en mi libreta.
Guillem Bagallo Palauhace 5 meses, 4 semanas
